El logo de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados lucirá en la camiseta del primer equipo masculino y femenino y el equipo Fundació Barça Genuine las próximas cuatro temporadas.
ACNUR se ha marcado el objetivo de asistir a 3,18 millones de desplazados y refugiados sirios y a 1,33 millones de desplazados iraquíes en Siria e Irak, así como en Turquí...
Desde que la antigua colonia francesa declarase su independencia en 1960, la República Centroafricana ha estado en conflicto gran parte de estas cinco décadas. La inestabilidad política ha...
Organizada por el Observatori del Refugi en el marco del plan de acción UN- I- MÓN 2016 del Comité español de ACNUR-CV –, el próximo 8 de noviembre tendrá...
Última hora: 400 personas atrapadas en el oeste de la viudad ante la ofensiva de Mosul.
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
Tras un largo día de trabajo en Amman, de vuelta en el hotel, leo que una bomba ha matado a 15 personas en Damasco y que la violencia sigue llevándose cientos de vidas a diario, y entiendo aún mejor a Mohammed*, a quien acabo de visitar. Padre de una familia numerosa de seis hijos, decidió huir de Siria cuando 12 bombas cayeron en su casa, dejándola en ruinas, y lo peor de todo, matando a una de sus hijas y dejando herida a otra. La pequeña superviviente, de 4 años, fue rescatada entre las rocas, con restos de metralla en su cabeza y en su pierna. “Apenas podía andar pero no quise llevarla al hospital porque a muchas de las personas que acuden allí las matan”, reconoce Mohammed. Fue entonces cuando decidió dejarlo todo atrás, y junto a su mujer y sus 5 hijos supervivientes, huir de su país, jugándose la vida, con tan solo la ropa que llevaban encima. “Huí para salvar la vida de mis hijos”, me cuenta mientras su mujer nos ofrece té. “Es muy duro dejar tu país, pero tenía 5 hijos, uno de ellos herido, y era la única opción que nos quedaba”. En la pequeña casa de dos habitaciones en la que la familia vive en alquiler en un barrio de las afueras de Amman, no hay muebles, tan solo un par de alfombras, colchones y unos pocos utensilios de cocina. “En Siria yo era pintor, éramos una familia feliz; traía dinero a casa y podía dar una educación a mis hijos, comida… Aquí en Jordania no puedo trabajar y no tenemos nada; cuando llegamos tuvimos que vender las pocas joyas de mi mujer y ahora tenemos la ayuda de ACNUR y la de un primo de Kuwait para poder pagar el alquiler y la comida” afirma. En Jordania, cerca del 75% de los refugiados sirios son urbanos (viven en ciudades o aldeas) y el 25% restante vive en el campo de Zaatari. Y la vida no es nada fácil para ellos. “Venimos de una situación muy complicada a otra igual de complicada”, afirma la mujer de Mohammed. Jordania está sufriendo duramente la crisis económica internacional, pero a pesar de ello, su generosidad no tiene límite; desde hace años este país acoge refugiados iraquíes, palestinos, sudaneses… y ahora sirios. Su gobierno no sólo mantiene una política de fronteras abiertas con Siria sino que también ofrece educación y salud básica, entre otros, a todos los refugiados registrados. Me sorprende cómo en un país pequeño, con cerca de 6 millones de habitantes, ya hay más de 470.000 refugiados sirios (según cifras del gobierno) conviviendo con ellos, y con previsiones que señalan que para finales de año esta cifra podría alcanzar cerca del millón de personas o incluso sobrepasarlo. Eso significa que la población refugiada siria casi representa el 10% de la población jordana y que seguirá creciendo. A pocos kilómetros de la frontera con Siria, siento que Amman es una ciudad en plena ebullición, llena de vida y de arena del desierto, pero tranquila y segura a la vez. Cuando le pregunto sobre su sueño, Mohammed sonríe por primera vez. “No es para mí, es para mis hijos”, me dice. “Quiero que estén a salvo, seguros, no pido nada más”. Y así, me quedo con la sonrisa de su hija pequeña, que afortunadamente, tras ser rescatada entre las rocas, sobrevivió y ahora corretea alegremente alrededor de mí. Esa sonrisa que es el futuro de Siria. *Nombre cambiado por motivos de protección.
En un discurso ante el Consejo por videoconferencia desde Ginebra, António Guterres señaló que 400.000 refugiados habían huido de Siria durante las últimas siete semanas, elevando a 1.367.413 personas la población de ciudadanos sirios registrados como refugiados o a la espera de ser registrados. Si se mantienen las tendencias actuales, declaró, a finales de año podría haber hasta 3,5 millones de refugiados sirios, que se sumarían a los 6,5 millones de personas desplazadas en el interior de Siria que podrían necesitar ayuda humanitaria. "Estas cifras son aterradoras", dijo. "Esta situación no sólo es alarmante, si no que se corre el riesgo de que se convierta en algo simplemente insostenible. No hay forma de responder adecuadamente a las enormes necesidades humanitarias que estas cifras representan, y es difícil imaginar cómo una nación puede soportar tanto sufrimiento". "Yo sé que, como Alto Comisionado para los Refugiados, debería limitarme en mis observaciones al ámbito de mi mandato", agregó. "Pero como ciudadano del mundo, no puedo abstenerme de preguntar: ¿No hay ninguna forma de poner fin a esta lucha, abriendo la puerta a una solución política?" António Guterres expuso ante Consejo de Seguridad que las necesidades de financiación para la asistencia humanitaria se habían vuelto tan apremiantes que los gobiernos tendrían que examinar mecanismos de financiación extraordinarios para evitar que la capacidad de respuesta internacional se vea sobrepasada. Asimismo advirtió de la creciente presión que la crisis de refugiados está ejerciendo sobre los países de la región. "El primer paso necesario... es que la comunidad internacional preste un apoyo masivo a los dos países que se están viendo más afectados por el conflicto sirio y el flujo de refugiados que éste ha causado: Jordania y Líbano", indicó. "En el caso del Líbano, la crisis de Siria se ha convertido en una verdadera amenaza. La población ha crecido en más de un 10 por ciento si se cuenta tan sólo a los refugiados sirios registrados. [En Jordania], al igual que en el Líbano, la crisis de Siria ha provocado un descenso significativo en los ingresos procedentes del comercio, turismo e inversión extranjera, situación que se ve agravada por el impacto de una gran afluencia de refugiados". El Alto Comisionado de ACNUR también destacó el enorme impacto que la crisis está teniendo en Turquía, que en su opinión se merece un especial reconocimiento, ya que gastado más de 750 millones dólares en asistencia directa para más de 300.000 refugiados sirios. "Ayudar a los países vecinos a Siria a gestionar las consecuencias humanas de este terrible conflicto es crucial para preservar la estabilidad de toda la región. Esto no es simplemente otra crisis de refugiados; lo que está sucediendo en Siria y en los países vecinos tiene potencialmente unas repercusiones mucho más amplias, incluso a escala mundial". Previamente, durante la mañana del jueves, Kuwait se convirtió en el último país en efectuar una contribución, proporcionando al ACNUR 110 millones de dólares para sus operaciones en Siria en el marco de un paquete de financiación de 275 millones de dólares para las agencias de la ONU. La donación de Kuwait es la mayor contribución que la Agencia de la ONU para los Refugiados haya recibido nunca por parte de un país del Golfo. Con esta aportación, ACNUR ha recaudado hasta el momento el 50 por ciento de los fondos necesarios para ayudar a los refugiados y desplazados sirios durante el primer semestre de 2013. Se prevé hacer un nuevo llamamiento durante el mes de mayo.
“Los planes están diseñados, el personal está listo, pero los fondos se están agotando” aseguraba Ninette Kelley, Representante de ACNUR en el Líbano, añadiendo que ACNUR y sus socios se estaban viendo obligados a tomar decisiones para escoger entre programas indispensables. “Con este nivel de financiación, programas vitales para asegurar el alimento, el agua potable, la escolarización de niños, la salud y el cobijo para los refugiados recién llegados son sencillamente imposibles de cubrir” subrayó. Hay más de 400.000 refugiados sirios en el Líbano, un país con una población de 4 millones de personas. Y el flujo continua con unas 3.000 personas registradas cada día. En el último llamamiento de fondos interagencial se estimaba que se alcanzaría una población de refugiados de 300.000 personas para mediados de junio –ya superada en 100.000. Sólo se ha cubierto un tercio del llamamiento. “En un mes, y con la financiación actual, más de 400.000 refugiados sirios en el Líbano no podrán recibir asistencia alimentaria”, afirmó Etienne Labande, jefe de la operación en el Líbano del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en una rueda de prensa conjunta de ACNUR, UNICEF y el PMA. “Estoy profundamente preocupado porque sin una financiación continua, veremos más tensiones y más desplazamiento en un clima que ya de por sí es tenso”. Es necesaria la ayuda humanitaria de manera urgente. El número de refugiados sirios que no pueden pagar sus alquileres mensuales está aumentando y más familias se están viendo en riesgo de ser desahuciadas. Hasta ahora las agencias han impermeabilizado 700 viviendas y rehabilitado más de 100 refugios colectivos. Miles de refugiados también se han beneficiado de los trabajos de rehabilitación de casas de la comunidad de acogida, y otros 44 edificios han sido identificados para ser reparados. Pero esto no se puede hacer dada la escasez de fondos. El riesgo de masificación en los refugios existentes es muy real y esto también está causando tensiones con la comunidad de acogida. La falta de servicios y apoyo a los refugiados y a la comunidad de acogida es otra preocupación. “La atención sanitaria abarca una parte significativa del presupuesto. Las intervenciones sanitarias secundarias tendrán que ser reducidas en un 85%” afirmaba el comunicado de prensa de esta semana. “Actualmente más de 110.000 refugiados se benefician de apoyo sanitario mensualmente, y otros 3.000 reciben atención sanitaria secundaria”. El riesgo de contraer diarreas, hepatitis A y problemas dermatológicos también podrían aumentar si no se invierte en mejorar los programas de agua y saneamiento. “Con el verano acercándose, recibir los fondos para comenzar estos proyectos el mes que viene es vital” anunciaba el comunicado. Para ello, la ayuda humanitaria es clave. En el frente de la educación, unos 30.000 niños refugiados sirios han sido registrados en escuelas públicas libanesas y reciben asistencia con becas escolares. Muchos adolescentes necesitan más apoyo, como clases de refuerzo que les ayuden a adaptarse o ponerse al día y seguir acudiendo a la escuela.