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Desde que el 17 de octubre de 2016 comenzara la batalla de Mosul para recuperar la ciudad con la ofensiva por parte del gobierno de Irak, casi 217.000 personas han tenido que huir...
Coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Comité catalán de ACNUR impulsa la iniciativa "Mujeres refugiadas: Ellas hacen camino" en la ciudad de...
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
En esta nueva temporada de Volver a Empezar hablamos con mujeres que se han visto desplazadas por la fuerza, pero que no se dejan definir por estas circunstancias. Son mujeres incansables, que día a día superan la adversidad y la desigualdad y que además luchan por aquello en lo que creen: una vida digna para todas, para poder vivir en paz. Casi 60 millones de mujeres y niñas están desplazadas en todo el mundo, a ellas les dedicamos la novena temporada del Podcast del Comité español de ACNUR.
En la Temporada 8 de "Volver a empezar", el podcast del Comité español de ACNUR, nos preguntamos: ¿Puede el deporte convertirse en refugio? Para responder a esta pregunta hemos hablado con varias personas refugiadas que han tenido que huir de sus hogares, dejar su país y comenzar de cero en España. Personas a las que el deporte les ha salvado la vida. ¿Y cómo es posible esto? En muchas ocasiones lo es gracias a organizaciones, fundaciones y asociaciones que apuestan por el deporte como herramienta integradora de las personas refugiadas. Y es que el deporte integra, empodera, une, ayuda y puede convertirse en hogar, especialmente cuando el tuyo ha quedado muy lejos.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
En estos momentos, ACNUR está evaluando diferentes ubicaciones con el fin de poder realojar a los refugiados en cuanto las condiciones climatológicas lo permitan. Ayer, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la misión de Mantenimiento de la Paz, UNMISS (Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur), llevaron a cabo una misión conjunta en helicóptero para analizar la idoneidad y accesibilidad de los potenciales emplazamientos de reubicación que han sido ofrecidos por el gobierno de Sudán del Sur. Estamos en contacto diario con el Gobierno para las cuestiones relativas al realojamiento de los refugiados. Los expertos técnicos de ACNUR llegarán la próxima semana a la zona para diseñar nuevos campamentos, que darán cobijo tanto a los refugiados que se encuentran actualmente en el campo de Yida, como a los posibles nuevas llegadas de refugiados por el conflicto en Kordofán del Sur, una vez finalice la estación de lluvias. Su proximidad a la frontera convierte al campo de Yida en un entorno de alto riesgo para los refugiados en términos de protección, dada la presencia recurrente de personal armado tanto en el interior como en los alrededores del asentamiento. En estos momentos, no se puede garantizar la seguridad de los refugiados y ni el carácter civil del asentamiento. ACNUR ha informado a las autoridades de Sudán del Sur de incidentes relativos a la presencia de elementos armados. La seguridad de los refugiados es siempre importante para ACNUR, pero lo que hace que la situación en Yida sea particularmente preocupante es que cerca del 70 por ciento de los refugiados son menores de 18 años. ACNUR y sus socios han establecido siete comités de protección infantil con la comunidad de refugiados. Cuando los menores llegan solos, ACNUR se asegura de que rápidamente se reencuentren con familiares que ya estén asentados en Yida o se les proporciona una acogida temporal para que no sean tan vulnerables. La situación actual de financiación de la crisis en Sudán del Sur hace que al ACNUR le sea increíblemente difícil hacer frente incluso a las necesidades más urgentes de unos 175.000 refugiados en los estados de Unity y Alto Nilo. La operación asistencia de emergencia en Sudán del Sur necesita financiación de manera urgente. ACNUR ha revisado su llamamiento para este año, por valor de 186 millones de dólares, aunque hasta el momento tan sólo se ha recibido el 40% de los fondos. Como mínimo, ACNUR necesita recibir antes del mes de enero 20 millones de dólares para poder cubrir las necesidades más básicas de estos refugiados.
Las autoridades de Myanmar han autorizado a los equipos humanitarios a evaluar la situación y las necesidades en las zonas afectadas por los disturbios que comenzaron hace casi dos semanas. Durante los últimos dos días, el personal de ACNUR ha llevado a cabo visitas interagenciales a varios pueblos en los municipios de Myebon, Mrauk U y Minbya, situados en este y noreste de Sittwe, la capital del estado de Rakhine. La policía y el ejército estaban presentes en todas las localidades visitadas por ACNUR. Nuestro personal ha conversado con las personas desplazadas, quienes han compartido su temor de ser objeto de nuevos ataques en el momento en que las tropas se marchen. El personal médico de los equipos de evaluación pudo atender a muchos de los heridos, entre los que había personas que sufrían quemaduras, lesiones por arma de fuego y flechas. Había también varias mujeres que acababan de dar a luz - 14 en dos pueblos – y que aseguraban que la violencia les había provocado un adelanto del parto. Estas mujeres también contaban que tenían problemas con la lactancia. Algunas familias contaban que sus hijos se habían quedado atrás durante la huida. De los niños que habían logrado llegar a un lugar seguro, muchos estaban desnutridos. La mayoría de las personas desplazadas con las que se reunió el personal de ACNUR contaban que necesitaban comida y material de refugio. Las agencias humanitarias, incluida la Agencia de la ONU para los Refugiados, han enviado alimentos y lonas plásticas, pero todavía quedan muchas necesidades por cubrir. Un pueblo, Pauk Taw Nagara, es ahora el hogar de más de 1.500 personas que huyeron de una localidad vecina. Las personas desplazadas están viviendo en una escuela y reciben ayuda de la comunidad local. Estas personas cuentan que tienen pocos utensilios de cocina y que las familias tienen que hacer turnos para cocinar. Muchos de estos desplazados no pueden tomar su primera comida del día hasta bien entrada la tarde. Varios miles de personas han buscado refugio en los campamentos para personas desplazadas situados cerca de Sittwe. Preocupadas por el hacinamiento en los campamentos, las autoridades están trabajando para encontrar otras áreas en las que poder acoger a esta nueva oleada de desplazados. El miércoles trasladaron a un grupo de 680 personas que habían llegado a Sittwe hacia el este, a Sin Maw Tet. El traslado se llevó a cabo en 15 barcos y este grupo de desplazados se unió a unas 3.700 personas que ya habían encontrado refugio en Sin Maw Tet. ACNUR ha recibido autorización del gobierno para evaluar las necesidades de estos desplazados. En el marco de la respuesta interagencial a la situación en el estado de Rakhine, ACNUR está enviando más lonas plásticas, mosquiteras y mantas a las zonas de desplazamiento como Myebon, Taw Kyauk, Rathedaung y Taw Pauk. Toda la asistencia humanitaria asistencia se está prestando de forma imparcial, sin tener en cuenta origen o etnia. La última oleada de disturbios ha elevado a 110.000 el número total de personas desplazadas por la violencia entre comunidades en el estado de Rakhine desde junio de este año. ACNUR se ha unido a la comunidad internacional para pedir un retorno inmediato a la calma entre las comunidades.
El mayor acceso a las zonas del norte del país por parte de la Comisión, así como la mejora en el recuento de desplazados internos en Bamako, gracias al trabajo realizado por la OIM, han permitido actualizar las cifras. En la capital del país, Bamako, el número de desplazados se estimaba en el mes de septiembre en 46.000 personas, frente a las 12.000 en junio y julio. No obstante, también hay indicios de que se han producido nuevos desplazamientos en el interior del país. Algunos malienses se habrían visto obligados a huir debido a la inseguridad general y al deterioro de los derechos humanos en el norte del país, al temor ante la actividad militar inminente, y por la pérdida de sus fuentes de sustento y el acceso limitado a los servicios básicos. Asimismo, se ha observado un aumento en la llegada de refugiados a los países vecinos: Níger recibió 3.853 nuevos refugiados en septiembre y octubre, mientras que a Burkina Faso llegaron el mes pasado 1.000 refugiados malienses. En total, actualmente en la región hay cerca de 210.000 refugiados. Para ACNUR y sus socios resulta cada vez más difícil acceder a los refugiados en Níger, Burkina Faso y Mauritania. El riesgo de secuestro de trabajadores humanitarios obliga a nuestros equipos a viajar con escolta armada. Las alertas de seguridad son frecuentes, lo que limita el acceso a los campos y reduce nuestra capacidad para prestar asistencia a los refugiados. En Burkina Faso, ACNUR ha iniciado la reubicación voluntaria de los refugiados malienses desde el campamento de Ferrerio y el asentamiento de Deou Tamachek, en la provincia norteña de Oudalan, hacia Goudebou, un campamento mejor y más seguro situado más al sur. Ferrerio acoge actualmente 9.700 refugiados, mientras que Deou Tamachek ofrece cobijo a 2.100 refugiados. Hasta el momento ya se ha trasladado a 400 malienses desde estos campamentos hasta Goudebou. Hoy mismo está prevista la salida desde Ferrerio de un convoy con 200 refugiados y a lo largo de las próximas semanas se organizarán nuevos convoyes desde otros asentamientos. La seguridad es también un motivo de preocupación en Níger. El curso escolar no ha comenzado aún en los campos porque las infraestructuras escolares no han terminado de construirse. ACNUR teme que al no estar escolarizados, niños y adolescentes puedan regresar a Malí para seguir estudiando, donde existe el riesgo de reclutamiento forzoso por parte de varios grupos armados. La falta de financiación para actividades recreativas y profesionales en los campamentos hace que muchos de los refugiados no puedan ocupar su tiempo de una manera significativa.