La Guerra Civil española ha pasado a la historia como el preludio de la II Guerra Mundial. La forma en la que la guerra afectó a toda la població...
La Guerra Civil española ha pasado a la historia como el preludio de la II Guerra Mundial. La forma en la que la guerra afectó a toda la población del país, bien por ser llamada a filas, por sufrir bombardeos o represión directa, hizo que se produjeran consecuencias sobre la población civil hasta entonces ajenas a las habituales causadas por los conflictos bélicos.
Ante esta situación de crisis humanitaria, los niños fueron los grandes olvidados de la Guerra Civil española. Según los datos recopilados por el historiador Ramón Salas Larrazábal, durante la Guerra Civil española, murieron 138.030 niños más de lo que se podía prever en una situación de paz. A esto habría que añadir los traumas psicológicos derivados de las terribles vivencias que tuvieron que experimentar los niños, una materia mucho más estudiada en los conflictos actuales que en los de aquel entonces.
Sin embargo, la pesadilla de muchos de estos menores, concretamente los que vivían en zona republicana, no acabó con la contienda, sino que su destino vital quedó irremisiblemente ligado a las desgracias el exilio.
Fotografía: Marrovi.
Cuando el conflicto llegaba a su fin, cientos de miles de civiles y excombatientes cruzaron la frontera con Francia, dejando imágenes que quedarían para la historia de exilio español. En 1939, a unas semanas del final de la contienda, el Gobierno francés daba la cifra de 440.000 refugiados españoles, mientras que unos 25.000 cruzaron el Atlántico con dirección a México. Según cálculos recogidos por el historiador Javier Rubio, un total de 684.000 personas salieron de España como consecuencia de la Guerra Civil española.
Sin embargo, muchos fueron los que optaron por sacar a sus hijos del país mucho antes, a medida que los frentes de guerra se iban desplazando por el territorio español. Se calcula que unos 20.000 niños fueron evacuados a Francia, aunque muchos otros también fueron enviados a Suiza, Reino Unido y Bélgica donde se alojaron inicialmente en centros de acogida para ser posteriormente acogidos por familias.
La historiadora de la UNED Alicia Alted Vigil ha recopilado datos sobre los países a los que fueron expatriados:
Los niños enviados a estos países fueron casi todos repatriados a medida que se desplazaba el frente y una vez que finalizó la guerra. De los 32.000 niños salieron expatriados del país durante la guerra, 20.000 habían sido repatriados en 1949, una década después del conflicto.
Los niños repatriados no tuvieron una fácil adaptación a su regreso. Según Alted Vigil, siempre arrastraron un estigma a lo que se unió “el desamparo de muchos por haber perdido a sus padres o por estar éstos represaliados”.
Sin embargo, el caso más particular del exilio infantil durante la Guerra Civil española fue el de los niños expatriados a la Unión Soviética y, en menor medida a México, países que se negaron a repatriar a los niños que había acogido al finalizar la contienda. Los menores enviados a la Unión Soviética pasaron a la historia como los Niños de Rusia.
A su llegada a este país, donde tuvieron que adaptarse a una sociedad y un clima radicalmente distintos al de España, fueron acogidos en casas instaladas en edificios que habían sido antiguas residencias de la nobleza donde se cubrían sus necesidades y se les introducía en el sistema educativo soviético. Con la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941, estos niños volvieron a vivir las penurias de los desplazamientos, incluso, algunos de ellos, acabaron participando como combatientes en esta guerra.
Al finalizar la Guerra Mundial, muchos de estos niños refugiados acabaron integrándose en la sociedad soviética y llegaron a ser profesionales cualificados, pero hubo también numerosos casos de inadaptación al país soviético. En los años 50 hubo varias repatriaciones, aunque tampoco fue fácil la adaptación para una generación que había quedado marcada para siempre por la guerra y el exilio.
A día de hoy, más de la mitad de los refugiados son niños.
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