Esta es la situación de los refugiados en Libia

En el año 2015, en el punto álgido de la crisis humanitaria que se desarrolla en los últimos años en el mar Mediterráneo, 856.723 personas llegaron a Europa por las costas de Grecia. La conocida como Ruta del Mediterráneo Oriental era, de lejos, la más transitada por refugiados y migrantes económicos por aquel entonces.

Sin embargo, la tendencia comenzó a cambiar en 2016 y se afianzó el pasado año. Ante los cambios en las políticas fronterizas de la ruta oriental, la mayoría de los que se aventuraban a cruzar el Mediterráneo con destino a Europa comenzaron a hacerlo por la llamada Ruta del Mediterráneo Central. El punto de llegada era el sur de Italia o Malta y el origen, generalmente, Libia.

Esta ruta ha demostrado ser más mortal y peligrosa que la anterior. La distancia que separa las costas Europeas de Libia es mucho mayor que la de las costas de Grecia y Turquía. Pero el mayor problema para migrantes y refugiados es el periodo que deben permanecer en el país norteafricano. En los últimos meses han surgido numerosos testimonios sobre vulneraciones de derechos humanos en el país.

En 2017, ACNUR hizo un llamamiento desesperado para realojar a los refugiados más vulnerables en otros países. Hasta la fecha esto solo se ha conseguido en un pequeño porcentaje y miles de personas continúan en una situación de alto riesgo en Libia.

Un infierno para los refugiados

Tras una peligrosísima travesía por el desierto del Sahara, los migrantes que se dirigen hacia el Mediterráneo llegan a un país en una situación muy complicada desde 2011. Tras el derrocamiento de Muamar el Gadafi, Libia entró en una espiral de violencia que ha generado 200.000 desplazados internos. 1,3 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en el país.

Para los refugiados, Libia se ha convertido en un auténtico infierno. Se han reportado numerosos casos de torturas, abusos, tráfico sexual y esclavitud padecidos por refugiados. Según testimonios de las víctimas, en el mercado ilegal de esclavos del país se llega a vender personas por cantidades tan bajas como los 300 dólares.

“Si te quedas, ellos vendrán todos los días para hacerte cosas malas. Un día, ellos te matarán”, asegura Mamoudou, un ghanés que fue rescatado en el Mediterráneo por la Guardia Costera Italiana el pasado verano. "No podría recomendarle a nadie que entre a Libia. Morirán por nada”, dice Mamoudou.

Evacuaciones a Italia y Níger

ACNUR está tratando de localizar la mayor cantidad de estos abusos que afectan a refugiados en Libia. En 2017, 389 refugiados y solicitantes de asilo que se encontraban en centros de detención oficiales en Libia fueron evacuados por ACNUR hasta Italia y Níger. El pasado mes de diciembre, ACNUR consiguió evacuar a 74 refugiados a Níger. Procedían de Somalia y Eritrea. La mayoría eran mujeres y niños que habían sufrido abusos y torturas a manos de redes criminales de tráfico y trata de personas en Libia.

“Hace menos de 24 horas estaban detenidos en Libia, pero ahora pueden volver a tener esperanza”, declaró entonces Vincent Cochelet, el Enviado Especial de ACNUR para la Emergencia del Mediterráneo Central. “Esta evacuación no habría sido posible sin la ayuda de las autoridades y nuestros socios, incluyendo al MOAS, en Libia. También quiero premiar la extraordinaria solidaridad que ha demostrado la gente y el Gobierno de Níger”, añadió Cochelet.