El agua es un elemento básico para la supervivencia del ser humano en cualquier circunstancia. Hoy en día, en casi todo el planeta, el acceso al agua es...
El agua es un elemento básico para la supervivencia del ser humano en cualquier circunstancia. Hoy en día, en casi todo el planeta, el acceso al agua es un bien garantizado en todos los hogares, pero en situaciones de emergencia como sequías graves o crisis de refugiados, las personas pueden verse privadas del acceso al líquido elemento, con los consiguientes peligros para la salud.
Los objetivos de ACNUR a la hora de garantizar los derechos humanos más básicos a los refugiados en las primeras fases de una situación de emergencia incluyen el lograr un abastecimiento suficiente de agua en buenas condiciones para los refugiados.
En estas circunstancias, la prioridad es siempre la cantidad, aunque es fundamental respetar un mínimo de calidad que impida la propagación de enfermedades que se transmiten a través del agua. Además, los refugiados deben participar directamente en la instalación y funcionamiento del abastecimiento de agua.
A la hora de diseñar y elegir el emplazamiento de un campo de refugiados, resulta fundamental tener en cuenta que este pueda contar con un adecuado sistema de abastecimiento de agua y que este se coordine estrechamente con las medidas de planificación del espacio, la salud pública y el saneamiento medioambiental.
Entre todos estos elementos hay que considerar los cambios de estación en la cantidad y calidad del agua. También es conveniente crear un suministro de reserva y capacidad sobrante para afrontar las dificultades temporales y las necesidades de las nuevas llegadas.
El tratamiento del agua es siempre la última solución y es preferible en cualquier circunstancia el empleo de fuentes que sean potables de manera natural. Una correcta organización es siempre la mejor prevención para la contaminación del agua, dado que la amenaza más grave para la salubridad del abastecimiento de agua es la contaminación causada por las heces, tanto humanas como animales.
El mayor riesgo asociado al consumo de agua contaminada es, con mucho, la propagación de diarreas, disentería y hepatitis infecciosa (Hepatitis A).
Si ninguno de los requisitos anteriormente mencionados se puede cumplir y resulta evidente que las fuentes de abastecimiento de agua disponibles no son adecuadas, la primera solución es la búsqueda de otras. Esto puede suponer transportar agua en camiones cisterna, barcas o cañerías hasta los emplazamientos. La cantidad de agua que se intenta hacer llegar a los refugiados es de, al menos, 15 litros por persona al día.
Se trata, en cualquier caso de una solución temporal, dado que debe ir acompañada de una búsqueda de soluciones al problema del agua contaminada mediante el tratamiento de las aguas o bien la búsqueda de nuevas fuentes en el entorno, por ejemplo de aguas subterráneas.
En este sentido, la principal prioridad de ACNUR en los campos es proteger la fuente de abastecimiento y evitar su contaminación por excrementos mediante un sistema efectivo de organización y evaluación continua.
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