ACNUR acerca el derecho de la educación a los niños refugiados
El 40 % de las personas desplazadas en el mundo son niños. De los que están en edad escolar, más de la mitad ha visto interrumpida su formación a causa de la guerra y de la huida a otros países y no están recibiendo educación. Por eso, para que estos niños refugiados no pierdan oportunidades de futuro, ACNUR trabaja para que tengan acceso a la educación en los campos de refugiados. Para ello, construye aulas en los campos, forma a profesores y proporciona ayudas a las familias para que puedan costear las matrículas y comprar material escolar.
357.000
niños escolarizados en educación primaria en 2017.
63%
de los niños refugiados escolarizados en primaria, frente al 91% de la media mundial.
1.936
escuelas construidas o mejoradas
Garantizar el acceso a la educación de los niños refugiados es un componente esencial del mandato de ACNUR en materia de protección y búsqueda de soluciones duraderas. Mediante el acceso a las escuelas para su escolarización, se logra que los niños reciban los conocimientos que les permitirán labrarse un futuro y también se contribuye a que éstos encuentren en las aulas un espacio seguro donde poder volver a ser niños. La escuela no es sólo una garantía de futuro para ellos, sino que además es un lugar que les ayuda a superar los traumas vividos.
En sus operaciones, ACNUR aboga por escolarizar a los niños refugiados en las escuelas locales, ya que esto contribuye a mejorar las relaciones con la comunidad local. Cuando esto no es posible, se crean escuelas y espacios especiales para niños en los campos de refugiados, con el fin de hacer que las vidas de los más pequeños sean lo más normales posible.
La educación es una herramienta que podemos usar para eliminar el trauma. Mediante la interacción con otros niños que también han pasado por situaciones terribles, encuentran una manera de olvidar por lo que han pasado
Julien Ateme, trabajadora de ACNUR en Uganda