Están lejos de sus hogares, pero eso no impide a estos refugiados movilizarse y promover proyectos para combatir la emergencia climática. Plantan árboles, construyen refugios con botellas de plástico, limpian o reciclan. Son personas comprometidas con el mundo en que viven y con el medio ambiente. Esto son solo algunos ejemplos.
Gharam reduce residuos
Esta refugiada siria consiguió su primer trabajo remunerado en Recycle Beirut, un proyecto que quiere reducir los saturados vertederos de Beirut. Líbano alberga a más refugiados per cápita que cualquier otro país del mundo.
Abraham planta árboles
Este refugiado de Sudán del Sur se ha convertido en un defensor de la plantación de árboles en Uganda. Los árboles absorben el dióxido de carbono y liberan oxígeno a la atmósfera. Un árbol puede absorber hasta 48 libras de dióxido de carbono por año.
ACNUR trabaja con el Gobierno de Uganda para plantar 8,4 millones de árboles en 2019 y restaurar cientos de hectáreas dentro de reservas y plantaciones.
Tateh contruye refugios con botellas de plástico
Este joven refugiado diseña y construye refugios con botellas de plástico desechadas y llenas de arena para proporcionar un techo a las personas más vulnerables del desierto del suroeste de Argelia.
"Estudié energías renovables gracias al programa de becas de ACNUR. Desde entonces, he construido 25 casas con botellas de plástico recicladas llenas de arena".
Tateh, refugiado en Tanjrouf, Algeria.
Las emisiones mundiales de CO2 están alcanzando niveles récord, la contaminación se dispara, las temperaturas aumentan y el nivel del mar también lo hace; las olas de calor o los desastres naturales son cada vez más frecuentes. El impacto de la crisis climática amenaza la vida y salud de las personas y, cada vez más, obliga a la gente a abandonar sus hogares debido a la sequía y las hambrunas.
Según el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno, en 2018, 17,2 millones de personas se vieron forzadas a desplazarse dentro de sus países debido a desastres y peligros relacionados con el clima, como tormentas, ciclones, inundaciones o sequías.
Desde Nueva York, durante la última Cumbre de Acción Climática de la ONU, Filippo Grandi, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, llama a la acción.
El cambio climático nos afecta a todos, aunque sus consecuencias son especialmente crueles en aquellos países que sufren guerras o conflictos de cualquier tipo. Las sequías, inundaciones, catástrofes naturales, tormentas o ciclones provocan desplazamientos climáticos.
ACNUR trabaja para dar protección internacional a aquellas personas que se han visto obligadas a desplazarse a causa del clima o de desastres naturales. Existen grandes necesidades humanitarias asociadas actualmente a este tipo de desplazamiento forzado. Su trabajo se centra en cuatro áreas:
Además, bajo el hashtag #AcciónClimática ACNUR ha llevado a cabo una campaña de concienciación en sus redes sociales para sensibilizar a la población sobre este tipo de desplazamientos que está obligando a millones de personas a dejarlo todo atrás.
El acceso a energía limpia y sostenible es el eje centra de la estrategia de ACNUR en materia de acción climática.
En Sudán del Sur se suele decir: "Si cortas un árbol, planta cinco".
Bidal Abraham trabaja por el medio ambiente en Uganda.
Ayuda a los refugiados