Países como Líbano o Jordania tienen una de las tasas más altas de refugiados por habitante. Con una renta per cápita que no llega a los 10.000 dólares en el caso de Líbano o los escasos 5.200 dólares de Jordania alojan en sus países a un millón setecientos mil refugiados sirios.
Líbano, la tasa más alta de refugiados
Abdullah y su familia huyeron de Siria hace 18 meses. Foto: ACNUR/S.Tarling
Tras el estallido de la guerra en Siria, miles de familias huyeron al vecino Líbano. La cercanía a la capital siria, Damasco, y a Homs, una de las ciudades más castigadas por la guerra, provocó que Líbano fuese uno de los primeros salvavidas para los sirios.
A día de hoy, en Líbano viven más de 1 millón de refugiados, un 24% del total de la población.
Jordania aloja el segundo campo de refugiados más grande del mundo
Campo de refugiados de Za’atari. Foto: ACNUR/K. García
En Za’atari viven actualmente alrededor de 80.000 personas. La mayoría de las familias provienen de la vecina ciudad siria de Daraa, muy próxima a la frontera con Jordania.
El pico más alto de llegadas de refugiados se vivió en la primavera de 2013, cuando la ofensiva siria en el sur del país obligó a huir a miles y miles de familias. En aquel momento, el campo llegó a albergar a más de 120.000 refugiados.
Actualmente, hay alrededor de 640.000 refugiados sirios en tierras jordanas. Las familias residen principalmente en los campos de refugiados de Azraq y Za’atari y en la capital, Amán.
Turquía, el mayor receptor de refugiados sirios
Familias sirias cruzando la frontera con Turquía. Foto: ACNUR/I.Prickett
Los violentos combates y el asedio que se produjeron en las ciudades sirias de Alepo y Kobane obligaron a miles de familias sirias a abandonar sus hogares y cruzar la frontera con Turquía.
Alrededor de 2.700.000 refugiados sirios residen actualmente en Turquía, donde las condiciones de pobreza extrema afectan a muchos de ellos.
Necesidades y retos de ACNUR
Dar un refugio seguro y cubrir las necesidades básicas de las miles de familias refugiadas son las labores principales que ACNUR está llevando a cabo en estos países limítrofes con Siria.
Niña refugiada siria acude a clase en Líbano. Foto: ACNUR/S.Baldwin
Además, la educación, la sanidad y la nutrición cobran especial importancia, ya que la mitad de la población refugiada son niños. Con la creación y gestión de escuelas dentro de los campos de refugiados se intenta que los niños refugiados no pierdan el contacto con el conocimiento y el aprendizaje, ya que muchos de estos niños refugiados llevan mucho tiempo sin poder asistir a la escuela.
ACNUR, a través de los programas de apoyo psicosocial y de formación profesional, trabaja para que estas personas, que han tenido que abandonar su hogar, recobren cuanto antes la autoestima y la esperanza en un futuro mejor.
Ayuda a los refugiados