Clases de defensa personal contra la violencia de género Clases de defensa personal contra la violencia de género

Clases de defensa personal contra la violencia de género

1 de enero, 2018

Tiempo de lectura: 3 minutos

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Mujeres refugiadas reciben clases de defensa personal para protegerse de la violencia de género. En países en guerra o conflicto, más de un tercio de las mujeres sufren abusos y episodios de violencia. En la República Democrática del Congo, una mujer será violada más de una vez a lo largo de su vida.

3 artes marciales combinadas para luchar contra la violencia de género

La idea de esta nueva técnica de defensa personal fue desarrollada en 2012 por la empresaria jordana Lina Khalifeh bajo el nombre de SheFighter. Es el resultado de combinar tres artes marciales que permiten a las mujeres defenderse de sus atacantes, mientras aumenta su autoestima.

En este estudio de artes marciales de Jordania, varias mujeres refugiadas reciben clases de defensa personal organizadas por ACNUR como parte de las actividades de empoderamiento de la mujer de la campaña 16 días de activismo.

Layla, una activista contra la violencia de género en Jordania que tuvo que huir al verse amenazada, asiste a clases de defensa personal junto a 25 mujeres refugiadas de cinco países diferentes en la capital jordana.

Layla, amenazada por luchar contra la violencia de género

Cuando Layla vio cómo el hermano de su vecina la golpeaba por negar a casarse, la llevó al hospital y le ayudó a alquilar una casa lejos de su familia para evitar un matrimonio no deseado. Ella, que había sido forzada a casarse contra su voluntad cuando era pequeña, se prometió que no permitiría que otras mujeres pasasen por algo así.

Desde entonces, pasó 10 años luchando contra la violencia de género hasta que empezó a recibir amenazas y tuvo que huir. “Recibía amenazas todos los días, generalmente por carta. En más de una ocasión, había extraños esperándome fuera de mi oficina”, cuenta.

Ahora, aprende a defenderse junto a otras mujeres refugiadas gracias a ACNUR en el primer estudio de defensa personal para mujeres en Oriente Medio.

Boxeo para refugiadas

“Habla incluso si tu voz tiembla”, lema de las clases de defensa personal

Después de años luchando en nombre de otras, estas clases de defensa personal han sido una nueva experiencia para Layla: “Todas aquí tienen una historia, y podemos compartirlas y aprender las unas de las otras”.

“Después de la clase, las mujeres se sienten más seguras, estables y fuertes física y psicológicamente. Están listas para defenderse ante diferentes situaciones de violencia”, asegura uno de los entrenadores de las clases de defensa personal SheFighter.

Otra de las asistentes, Nadia, era profesora universitaria en Bagdad cuando empezó la guerra en Irak. Ahora, ha descubierto que es más fuerte y ágil de lo que creía. “Las clases de defensa personal brindan a las refugiadas la confianza para creer en su propia fuerza”, asegura. “Aprendí cuáles son los puntos débiles de los atacantes y me ayudó a conocer gente nueva y a discutir temas que nos afectan a todas”.

1 de cada 3 mujeres sufre abusos a lo largo de su vida

Según ONU Mujeres, cerca de una de cada tres mujeres sufrirán abusos físicos o sexuales durante su vida. Cuando se trata de mujeres obligadas a huir, el riesgo es aún mayor.

Las clases de defensa personal son sólo una parte de un esfuerzo más amplio de ACNUR para reducir los riesgos de violencia y explotación a los que se enfrentan mujeres y niñas refugiadas.

ACNUR trabaja para prevenir y atender a víctimas de la violencia de género y combatir violaciones, agresiones sexuales, matrimonio infantil, violencia doméstica, explotación y abusos sexuales y mutilación genital femenina.

En los campos sin electricidad, algo tan sencillo como una lámpara de energía solar puede protegerlas de violaciones e incluso salvarles la vida.

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