Yemen fue hasta hace relativamente poco tiempo el lugar al que muchos refugiados somalíes huyeron por culpa de la grave crisis alimentaria que afectó a su país a...
Yemen fue hasta hace relativamente poco tiempo el lugar al que muchos refugiados somalíes huyeron por culpa de la grave crisis alimentaria que afectó a su país a inicios de esta década, así como por los brotes de violencia que se registraron en varias zonas.
Fueron cerca de 28.000 las personas que emprendieron este peligroso trayecto por el golfo de Adén y que les llevó hasta Yemen, que ha sido centro de acogida de cientos de refugiados desde principios de los años 90.
Sin embargo, a partir del año 2015 la situación cambió. El grave conflicto político que aqueja a Yemen ha provocado que un buen número de estos refugiados, muchos de los cuales ya habían reconstruido su vida en el país, vuelvan a huir por culpa de la guerra.
Yemen tiene una larga tradición de acogida y asistencia de personas que huyen de los conflictos armados en países vecinos. De hecho, es el único de los países de la península arábiga que ha firmado el Estatuto de los Refugiados de 1957 y el Protocolo de 1967.
No obstante, el conflicto que castiga al país desde hace casi tres años ha deteriorado seriamente la calidad de vida de sus habitantes, tanto de los propios yemeníes como de los extranjeros.
Los somalíes, que representan el 91% de los refugiados en Yemen, han emprendido el camino inverso que hicieron hace unos cuantos años: remontaron el golfo de Adén para poner rumbo a su tierra natal.
ACNUR calcula que son cerca de 36.000 personas las que han decidido volver a su país en los últimos años a causa del conflicto yemení. La mayoría de ellas ya se habían establecido en regiones como Banadir, Bajo Shabelle, Bay y Shabelle Medio.
Se trata de un nuevo desplazamiento forzoso que, sin embargo, no garantiza del todo su seguridad. Somalia aún se encuentra en conflicto y vive una honda crisis social como producto de la escasez de alimentos y de medios para la supervivencia.
Para facilitar el regreso de estas personas a Somalia, ACNUR ha activado un plan de acompañamiento y asistencia que incluye, entre otros, la expedición de documentos de identidad, ayuda en el transporte, apoyo económico para el viaje y, por supuesto, asistencia una vez que se haya materializado el regreso a su país natal.
Es el caso de Fatima Mohamed, quien llegó a Yemen en el año 2000 huyendo de la peor crisis alimentaria en la historia de Somalia. En su nuevo hogar conoció al que más tarde se convirtió en su marido y con quien tuvo un total de cinco hijos.
Pero ahora, viuda y sin demasiadas alternativas para rehacer su vida en medio de la guerra, no se lo ha pensado mucho y se ha desplazado junto a sus hijos hasta el puerto de Mukalla, donde ha emprendido el regreso a Somalia.
A pesar de esta circunstancia, ACNUR continuará atendiendo a los refugiados que aún sigan en el país, especialmente en zonas como Adén, Sana’a y Lahj; en esta última se encuentra el único campo de refugiados activo en la actualidad.
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