54 países, más de 30 millones de kilómetros cuadrados y 1.000 millones de personas componen este inmenso continente. A pesar de su riqueza natural, es en los países de África subsahariana donde más refugiados residen.
A escasos kilómetros de paraísos naturales como Tanzania y Zanzíbar, países vecinos como Sudán del Sur son el vivo retrato del hambre y la guerra. Somalia muestra, dentro de sus fronteras, las dos caras de esta misma moneda: turismo y guerra.
Aunque desde Naciones Unidas se trabaja en el desarrollo de los países en África desde su descolonización a mitad del siglo XX, los conflictos activos en los últimos años han provocado que, en 2015, 35 de los 54 países africanos necesitasen ayuda humanitaria.
Las sucesivas oleadas de violencia y situaciones políticas inestables son las principales causas, aún a día de hoy, de la pobreza económica del continente.
Mapa de los principales países de África en los que trabaja ACNUR.
Los conflictos activos, sumados a la situación geográfica y económica de gran parte de la población africana, provocan carencias esenciales para su población en pleno siglo XXI.
Las guerras y conflictos arrasan con los campos de cultivo y cortan en muchas ocasiones los suministros de comida para la población civil destrozando la riqueza natural de muchos países. Quienes huyen, tienen que andar durante decenas de kilómetros sin más comida que los frutos y hojas de los árboles que encuentran en el camino y llegan hasta los campos con problemas de desnutrición.
En países como Nigeria, esta situación pone a 75.000 niños en riesgo de muerte.
La inestabilidad política que se extiende durante años se convierte en una lacra para su población. Los niños son muchas veces las caras más visibles, reclutados como niños soldado para librar estos conflictos.
De los 48 países más pobres del mundo, 34 son países de África en 2016, lo que supone casi las tres cuartas partes del total. La falta de recursos y la imposibilidad de generarlos ante situaciones políticas inestables se suman a la desigualdad entre la mayoría de la población y los propietarios de los recursos naturales.
A pesar de su pobreza, los países africanos abren sus fronteras a los refugiados de países vecinos. Países de África como Etiopía y Kenia están en los 6 primeros países con más refugiados dentro de sus fronteras. Otros ejemplos como Uganda buscan soluciones a largo plazo para integrar a los refugiados.
Este problema que sufren miles de personas de países como Somalia, Uganda o Chad expone a los africanos a contraer enfermedades como el cólera causadas por beber agua sucia o contaminada de pozos y charcos.
Los niños africanos son las principales víctimas de la situación. La alta tasa de natalidad y mortalidad convierten a los niños en más de la mitad de la población de muchos países de África. En ellos, el acceso a la educación resulta muy inferior a la media mundial. Entre los niños refugiados, sólo el 50% puede ir al colegio.
Millones de niños y mujeres africanas necesitan cada día la ayuda de ACNUR para poder sobrevivir. Colabora para que podamos seguir ayudándoles.
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