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Desde que en 2011 la Organización de las Naciones Unidas estableció el Día Mundial de la Amistad, cada 30 de julio se celebra que esta es una manera de fomentar y defender la solidaridad. La amistad es el afecto personal y desinteresado que se comparte con otra persona. A través de la amistad se fortalece la confianza, contribuimos a obtener una estabilidad social y emocional duradera y formamos una red de apoyo social beneficiosa para nuestro crecimiento personal.
Es importante celebrar días internacionales como el de la amistad para promover acciones y actividades que llamen la atención de la opinión pública y refuercen los mensajes que se quieren transmitir.
Tipos de amistad según Aristóteles
Aristóteles, filósofo de la Antigua Grecia, escribió sobre un gran número de temas diferentes. Entre ellos, la amistad. Así, pudo establecer tres tipos distintos de amistad: según él, dos de ellas son accidentales y la última es intencionada.
- Amistad de utilidad. Las dos personas involucradas comparten amistad durante un tiempo porque ambas obtienen un beneficio de esa relación. Cuando ese beneficio acaba, normalmente la relación de amistad también termina.
- Amistad de placer. Aristóteles explicó que este tipo de amistad se da cuando las dos personas comparten momentos de diversión juntos, como actividades deportivas o fiestas. Se suele dar entre las personas jóvenes. Para el filósofo, esta amistad se termina cuando cambian los gustos o una de las dos partes madura y se vuelve más selectiva a la hora de elegir amigos.
- Amistad ideal. Este tipo de amistad es el más puro y verdadero según el filósofo. Explica que esta amistad no se mantiene para obtener algún tipo de beneficio, sino para compartir momentos juntos, pues se tiene un aprecio sincero por la otra persona tal y como es. Esta amistad es más excepcional que las dos anteriores.
3 ejemplos de buena amistad con refugiados
Como ya hemos visto, en gran medida la amistad se basa en compartir momentos, afecto e intereses con la otra persona; es importante poder contar con un amigo en momentos difíciles. Cuando una persona tiene que huir de su hogar por la guerra o la persecución, en ocasiones tiene que dejar atrás a su familia y a sus amigos. Compartir este tipo de experiencias complicadas puede crear relaciones de amistad fuertes y duraderas, así como aumentar la empatía para ponerse en el lugar del otro. Con motivo del Día Mundial de la Amistad te contamos tres historias de amistad con refugiados:
- Saed y Hazem.
Cuando Saed resultó herido en un ataque en Siria su vida cambió para siempre. No solo necesitaba una silla de ruedas, sino que, al darse cuenta de que su vida corría peligro, decidió que lo mejor para él era huir para salvarse. En su camino hacia Europa conoció a Hazem, otro chico sirio que, como él, huía de la guerra. Desde entonces, Saed y Hazem se han vuelto inseparables: Saed sobrevivió a la travesía del Mediterráneo gracias a la ayuda de Hazem. Juntos llegaron a Europa, donde tienen planes para rehacer sus vidas.
- Vlada y Sasha.
Estas dos jóvenes ucranianas se conocieron mientras huían del conflicto en el este de Ucrania y no tardaron en hacerse amigas inseparables. Vlada tiene espina bífida y va en silla de ruedas, pero Sasha la cuida y la ayuda con todo lo que necesita. Viven juntas en un refugio de ACNUR, donde su amistad se ha vuelto invencible ante la adversidad.
- Ismael y Gonzalo.
Muchos refugiados se encuentran solos y sin hablar el idioma cuando llegan a un país de acogida. Ismael, camerunés de 25 años, llegó a España tras sufrir amenazas por parte de las milicias de Boko Haram. Gracias a la iniciativa Befriending del Comité español de ACNUR, la Representación de ACNUR en España y la ONG Rescate, su integración fue muy rápida. Así fue como Ismael conoció a Gonzalo, socio del Comité español de ACNUR, en quien ha encontrado un amigo con el que ir al cine, jugar al fútbol o salir a tomar cerveza.
