Compartir
La vida de Esther ha cambiado por completo en cuestión de meses. El conflicto en Sudán del Sur la obligó a huir sola con sus hijos a Uganda, donde gracias a las ayudas que está recibiendo, ha vuelto a sonreir y a reiniciar su vida. Ella es una de las millones de mujeres africanas que, con resiliencia y esfuerzo, están sacando adelante sus vidas y las de sus hijos.