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ACNUR está desarrollando su actividad sobre el terreno distribuyendo materiales de emergencia como lonas de plástico y lámparas solares para facilitar el refugio a las personas que han perdido su hogar. Los equipos de ACNUR han visitado a los afectados por el terremoto en las zonas remotas de Ramechhap y Sindhuli para evaluar las necesidades de la población.
Alrededor de 200.000 hogares han sido destruidos, otros tantos han sido dañados y unos 2,8 millones de personas están viviendo a la intemperie, necesitando asistencia y protección.